jueves, 25 de diciembre de 2008

La guerra que se viene: la del agua

A continuación, pego un mail que recibí de un querido amigo, padre del Mariano Acosta; realmente me pareció brillante.
La verdad que da gusto no poder escribir algo porque antes alguien lo escribió tan bien.
Aparte, agrego un link para los que quieran más información:

http://argentina.indymedia.org/news/2008/02/584185.php
(Copiar y pegar en cualquier navegador).

Vaya ésto a modo de introducción, escrito por el mismo Carlos:

Existen varios proyectos en marcha para apoderarse de nuestras reservas acuíferas bajo el disfraz de "proyectos de inversión" que en realidad no son mas que negociados que encubren detrás de una fachada engañosa su verdadero propósito: poner bajo control extranjero un recurso que cada vez más se perfila en el mundo como estratégico, incluso más que el petróleo.

A medida que las fuentes de agua potable tradicionales en todo el mundo sean crecientemente contaminadas hasta ser inutilizables como tales, sólo van a quedar estas fuentes que ya estan pasando a manos privadas, para colmo extranjeras.

Podríamos decir que así como hace poco alguien caracterizó un fenómeno que se está dando cada vez mas seguido en los tiempos que corren, el del "golpe suave", esta modalidad de apropiación de los recursos de una nacion podría caracterizarse, a diferencia de la que se operó durante las brutales privatizaciones de los 90, como "privatización suave".

El imperio refina sus herramientas...

Querid@s:

Es necesario tener en cuenta esta situación para participar y comprometernos en una acción y no ser meros observadores.
Por otra parte, al leer este mensaje que me enviaron, de pronto me dije: "¡Esta película ya la vi!". De pronto recordé que en los tempranos '80 el Imperio, que ya había comenzado a desarrollar algunas de las herramientas que en pocas décadas más le permitieron alcanzar la hegemonía mundial que hoy aún detenta -la principal de ellas, la infame Deuda Externa de los países "emergentes" (como el lenguaje "políticamente correcto" que simultáneamente se estrenaba denominó a los países subdesarrollados)- ya ensayaba las tácticas para poder apoderarse de los ingentes recursos que tales países atesoraban en sus territorios. Uno de los intentos ensayados en aquel entonces (les recuerdo: contexto de estallido de la "crisis de la deuda", artificial, ilegítima y fraudulentamente creada como herramienta de dominación gracias a la colaboración de nuestras dictaduras militares, como acaba de declararla valientemente Correa en Ecuador), fue el anunciado con bombos y platillos "Canje de Ecología por Deuda Externa". La idea era muy simple: hasta un niño de 3 años (mogólico y mentalmente colonizado) podía entender su esencia. 1º.- Los países emergentes tenían en sus territorios inmensos reservorios ecológicos, esenciales para la supervivencia de la humanidad toda; 2º.- la debilidad estructural de sus Estados nacionales, agravada por el peso de la deuda externa, les impedía ejercer la necesaria protección sobre los mismos; 3º.- el Imperio les ofrecía condonarles parte de la deuda a cambio de permitirles hacerse cargo del "cuidado" de la ecología en sus territorios nacionales. Pese a haber sido presentado en su momento como una muestra de la "filantropía" del capitalismo mundial concentrado, la maniobra era tan burda que tuvieron rápidamente que archivarla. Pero ya sabemos: el Imperio no tiene ideales, tiene intereses que, además son permanentes y, además, no tiene plazos, tiene objetivos e inmensos medios a su alcance para, con un poco de tiempo, buscar la forma de alcanzarlos. Y así fue: pasaron unas décadas y desregulación y reforma neoliberal de la economía mundial mediante, ahora tienen a su alcance alcanzar el mismo objetivo por otros medios: la tan mentada "filantropía", que resultaba un cínico sarcasmo en boca de los organismos financieros internacionales, ahora es ejercida por estos "filántropos", como Soros, Tompkins, etc. que encima pueden darse el lujo de ejercer su acción en forma más solapada, sigilosa y, llegado el caso, encubierta bajo el rótulo de "inversiones" (palabra santificada en estas últimas décadas, si las hubo) beneficiosas para los países que las reciben. Con "filántropos" así, ¿quién necesita de "enemigos públicos Nº 1"?

¡Cariños a tod@s!

Carlos Iorio

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