sábado, 19 de diciembre de 2009

Las primeras medidas de Abel Posse:

Todo parecido con la realidad, es así.


1) Instaurar el birrete para el ciclo lectivo 2010.

2) Obligar a los zurdos a escribir con la derecha (la mano, se entiende).

3) Se derogará la denominación "día de asueto" para conocerse como "día de Franco" .

4) Convenio con la empresa de cepos para darles - también - uso escolar.

5) Entonar "Aurora" al inicio de cada recreo.

6) Capacitar a la planta no docente en la Escuela Ramón L Falcón o la metropolitana

7) Separar por sexo a los establecimientos escolares.

8) Prohibir la versión del himno nacional que realizó el ex-drogadicto Charly García.

9) Cesantear a todos los psicopedagogos.

10) En casos de ADD derivar al Instituto de Menores más cercano.

11) Recrear el castigo corporal al educando: urgente compulsa de precios para provisión de reglas de madera al cuerpo docente.

sábado, 12 de diciembre de 2009

JuraSSic Park macrista: otra cagada




Hola gente, volviendo de a poco, pero volviendo a la actividad.
Obviamente la revoltura de tripas que producen los ministros de macri lo obligan a uno a sentarse a escribir.
Si bien el Nabo, el Fino, Montenegro, Ciro y siguen las firmas eran y son impresentables, considero que el nombramiento de un dinosaurio como PoSSe justamente en el Ministerio de Educación es una provocación.
Obviamente maurizio tiene menos cintura (política) que un pollo.
Creo que no se le cayó la careta; siempre puso la cara, pero bien maquillada como para que no se notara lo facho de su ideología, pero los que estamos del otro lado, creo que siempre nos dimos cuenta que, justamente, un empresario es eso: un empresario, y si es de derecha estamos en el horno.
Me parece que está muy claro que poner plata en educación es una inversión, no un gasto; pero así lo considera él y el séquito de burócratas inoperantes que trabajan en esa dirección.
Bueno, en realidad, ahora que lo pienso bien, no se si son tan inoperantes; todo lo contrario, operan muy bien en lo que cara de piedra quiere conseguir: vaciar y destruir todo lo público.
En el acto de asunción de PoSSe, dijo que su prioridad eran los chicos, pero no aclaró cuales, si los nuestros, los comunes que pueblan la Escuela Pública o los del colegio Cardenal Newmann y el resto de los privados.
Cumpas, pongámonos las pilas para pedir de manera urgente la renuncia de este nefasto personaje en Educación. No dejemos que los resabios de la dictadura sean los que manejen la educación de nuestros chicos.

martes, 13 de octubre de 2009

Malvivientes….


Acabo de escuchar en un noticiero, no importa cual, porque me parece que la idea está instalada desde los medios en toda la sociedad.


Un “malviviente” asesinó a X.


Y me surgió una duda: ¿Qué es malviviente?, ¿No es el que vive mal?


Ergo, me surge la pregunta: ¿Los pobres o indigentes son malvivientes? Y creo que sí, pero por las condiciones de vida que sufren. Un chiquito de Jujuy, de Formosa, de Río Negro, del Gran Buenos Aires, de la Ciudad de Buenos Aires, de donde sea, si pasa hambre ¿no es un malviviente? Un tipo que cartonea, uno en situación de calle, ¿No lo es también?


Entiendo que otra cosa es ser delincuente (los hubo, y los hay: milicos, políticos, economistas, presidentes y siguen las firmas), pero de ahí a marcar, por ejemplo, a la gente de las villas o de lugares pobres de malvivientes asimilándolos al término delincuente, me parece una bestialidad.


Nuestra sociedad “blanquita” nos tira parámetros, niveles sociales, y de aceptación, y muchos se los compran.


¡¡¡ Que lo parió !!!

viernes, 18 de septiembre de 2009

Carta de un Docente al ministro de Educación porteña

Ministro Mariano:
He visto en la vía pública los carteles amarillos que nos dan las gracias a los docentes. De mi parte no se hubiera molestado. No tiene que darme las gracias. No es necesario ahora aunque sí hubiera necesitado que usted me defendiera cuando su Jefe de Gobierno me llamó "vago".
Además ya me dieron las gracias, a mí y a mis compañeros de escuela, los chicos con sus risas, sus cartitas y sus pequeños regalitos. Mi escuela fue denominada por alguien como de "alta vulnerabilidad" (expresión rebuscada para definir a chicos que no tienen suficiente comida, suficiente afecto, suficiente ropa y suficiente color blanco en la piel para no ser discriminados). Y en mi escuela tuvimos una linda fiesta.
Le conté que los primeros que nos dieron las gracias fueron los chicos con sus actuaciones, sus aplausos, sus besos, sus escritos en los pizarrones, sus bromas, sus... seguiría veinte renglones más.
Nos dieron las gracias los padres que se presentaron en el acto.
Nos dimos las gracias entre nosotros por apoyarnos para seguir el camino de nuestra vocación ante tantas dificultades.
Nos dieron las gracias conducciones actuales (que son por sobre todo maestras) y pasadas, maestras jubiladas que nos agradecían haber tomado la posta.
Nos dieron las gracias las auxiliares haciéndonos con sus manos unos costureritos muy bien prácticos que a mí me viene bárbaro porque siempre pierdo los botones del guardapolvo (¿hace cuánto tiempo no se pone el guardapolvo blanco, Ministro Mariano?¿Se acuerda lo que se siente ahí adentro? Es fantástico)
Nos dieron las gracias la Asociación Cooperadora con unas masas para chuparse los dedos.
Nos dio las gracias el concesionario con unas facturas.
Nos dimos las gracias todos con unas empanadas y gaseosas a diez pesos por cabeza (no lo tome a mal pero con lo que gastó en la pegatina de carteles amarillos podría habernos mandado unos sanguchitos)
Nos dio las gracias Luciano, un chico discapacitado con un poema recitado con dificultad y voz casi imperceptible y ante un silencio profundo y ancho terminó alzando el tono:"¡Ayúdenme chicos a decir, feliz día maestros!" Se está perdiendo estas cosas, Ministro Mariano.
No lo tome como una cítica irrespetuosidad.Esta carta es a título personal. No represento a nadie y tampoco me representa ningún gremio ni agrupación. He leído algunos de sus escritos y sigo las editoriales de la revista Plural. Se nota que usted es un hombre que tiene fuertes conocimientos. Pero aquí abajo, Ministro Mariano, en la trinchera de la escuela las cosas se viven de otra manera.
Por eso me permito escribirle esta carta. Porque hoy estaba contento y me amargaron el día esos carteles amarillos y negros. Son los mismos colores que usaron para hacerle conocer a la sociedad nuestro miserable salario.
Denos las gracias, si quiere, apurando la devolución de los descuentos que la justicia ordenó reintegrar por los días de paro.
Denos las gracias viendo qué pasa con docentes suplentes que no cobran desde hace cuatro o cinco meses su salario.
Denos las gracias tratando de hacer algo para que haya más alumnos en los profesorados.
Pero no era necesario el agradecimiento desde las paredes.
Si hoy tuviese otra vez 18 años volvería a elegir esta profesión aunque por ejercerla tanto tiempo en condiciones tan malas tengo mi cabeza muy gastada. Volvería a elegirla no para que alguien me diera las gracias. Sino porque a pesar que soy un maestro finalizando su carrera docente con 37 temporadas en las escuelas todavía sigo emocionándome, como cuando estaba recién recibido , cuando llega esta fecha. Que viva la escuela pública, como usted también debe quererlo.
Aunque pensemos muy distinto, feliz día Ministro Mariano y por favor no me de las gracias desde un cartel amarillo. Duele.
Respetuosamente,
Juan Pedro Mc. Loughlin
Maestro de escuela pública

jueves, 20 de agosto de 2009

Carta Abierta VI

No somos mujeres y hombres del escándalo, nuestras conciencias no son saltimbanquis de la alarma. Al contrario: los hechos graves como el de la pobreza de amplios sectores de la población nos atañen. La pobreza atañe al fondo último de nuestros compromisos, la idea de igualdad, nuestras antiguas y recientes militancias. Nos compete, nos atraviesa. Por eso podemos decir: no nos escandaliza. El escándalo es gesto espectacular y ademán avieso. El rostro de los pobres se vuelve superficie de inscripción de llamados evangélicos, sacralidades disponibles, obsceno plano televisivo y objeto de malversación política. Nos atañen tanto las vidas dañadas por la miseria como su circulación en un imaginario que las despoja de creación, potencia y libertad.

Un presidente que desguazó las anteriores tramas sociales pudo decir “pobres habrá siempre” mientras creaba las condiciones para un inédito hundimiento de los salarios y los empleos. La conmoción del 2001 hizo visibles a contingentes de desocupados que habían encontrado en su exclusión el ímpetu para un descubrimiento de sus propias facultades organizativas y políticas. El gobierno iniciado en 2003 pensó al trabajo como una vía de recuperación de la dignidad para los desposeídos. Expansión del empleo y paritarias fueron las llaves precisas y, a la vez, el horizonte deseado. Detenido el ciclo, en la tormenta del mundo, la pobreza se hizo tópico de lo irresuelto. También, núcleo rutilante de una confrontación que es necesario deshojar.

En una iglesia de Liniers, en los palacios vaticanos, en los palcos ruralistas y en los grandes medios se agitan hilos que provienen del mismo ovillo. Ovillo que es idea: es posible aunar la mayor riqueza –dada por la propiedad privada de ciertos recursos- con la asistencia caritativa a los más pobres. Campo y Cáritas. Soja y comedor popular. Para que ese enlace sea fructífero y económico debe prescindir de lo que es visto como poder coercitivo y expoliador: el Estado. Y también del enlace de la cuestión de la pobreza con los temas de la justicia y la igualdad. Pobres habrá siempre, para atenderlos está Cáritas. La limosna es la vía celeste para unos y la sobrevivencia menoscabada para otros. Contra ella es necesario volver a situar la defensa de lo público, el engarce de la cuestión social con otros modos de la justicia y la apuesta no a la victimización de lo popular sino a su recreación política.

¿La justicia pendiente del presente no está ligada a la justicia respecto de un pasado criminal? ¿No está la deuda social impaga vinculada a una renovada reflexión sobre las condiciones de una redistribución del ingreso que afecte no sólo a los trabajadores en blanco? ¿Es posible encarar medidas imprescindibles, como un plan orientado a la resolución de las necesidades alimentarias de la población, que tenga alcance nacional y solidez nutricional, sin herramientas impositivas y recaudatorias? Sin retenciones hay limosna. Con retenciones: debate público y politización.

Decir eso suena a mala palabra: ¡quiénes son los extraviados que en el contexto de un ataque masivo a la política reclaman mayor politización! Nosotros: en la intersección, ya lo decimos, de Defensa e Independencia. En otras esquinas priman otros tonos: la indignación y la sospecha. El hombre típico de Corrientes y Esmeralda es hoy alguien que sospecha. Alguien que ve, tras los discursos y los valores de la política, una razón oscura que sería su verdadero sentido. Una razón material, crematística, que funcionaría como hilo explicativo de toda conducta pública. ¡Quién les paga!, es el grito de guerra en una Argentina con una larga devastación de las conductas políticas. Contemporáneo a ese sentimiento está el de la indignación, el ademán del usuario enojado, del ciudadano reclamante, del movilero agitado en persecuciones varias, del periodista de piso que frunce el ceño. ¡Hasta cuándo!, resuena como eco. Entre la sospecha y la indignación se sumerge la vida política del país. Quizás el ejemplo más claro de esto es la mutación de la condición del lector en gritón de los diarios digitales: ya no es el que acude a un encuentro con lo desconocido -que le exige no poca disposición amorosa para comprender- sino el que lee como excusa para el rezongo o la suspicacia insidiosa. Es el rumor mismo, la pasión arraigada en los subsuelos de los modos de vida que agrieta los cimientos mismos de lo público. Alimentados por una larga historia de desalientos y exacciones. Recreados como fábula moral en las usinas mediáticas. La nueva derecha vive en esos relatos y hace de ellos santo y seña.

Hoy esos ríos profundos de la vida contemporánea minan las bases de la gobernabilidad. Lo hacen ahora con el gobierno nacional. Lo harán luego contra otras representaciones. Lo que en su momento llamamos destituyente es eso: una articulación y un impulso, una organización de sentimientos difusos para dirigirlos, sin pausa y sin errancia, contra un objetivo determinado. Por eso los jefes de ese movimiento no son hombres de la política, aunque ellos pretendan usufructuar sus resultados inmediatos. En el fondo se intuyen las futuras víctimas si no logran pactar con ese sordo rumor. Nadie es creíble, nadie está firme. Parecen a salvo aquellos que se escudan en el reconocimiento directo de las razones mercantiles: los que declaman sus historias empresarias, los que piensan la política como un momento más de la expansión de los negocios. Bajo sospecha quedan aquellos que intentan recurrir a los discursos ideológicos o a las tradiciones políticas. Los que confiesan se convierten en testigos protegidos del juicio al entero sistema partidario.

¿Puede reconstituirse lo público en un tembladeral animado por esas fuerzas sentimentales y anímicas? ¿Puede reconstituirse lo público amenazado por la sensibilidad del miedo, la sospecha y la indignación? ¿Qué política podrá sustraerse de esa atmósfera en la que se reclama el reino desembozado de los intereses privados, porque finalmente serían los únicos sinceros?

Una elección parlamentaria ha transcurrido hace algunas semanas. Los resultados fueron adversos para el proyecto que desde estas cartas acompañamos. En cierto sentido, las advertencias que recorrían los escritos anteriores fueron confirmadas: crecieron electoralmente los adalides de la restauración conservadora, fueron ungidos los que debaten en sus gabinetes cerrados si apurar el paso hasta la caída o dejar llegar las cosas –el gobierno exánime- hasta el 2011. El triunfo de Unión Pro en la provincia de Buenos Aires, con un candidato que exhibe como méritos una caudalosa fortuna y destrezas televisivas, pone en evidencia la articulación política de los rasgos profundos de la época: el llamado a la desnuda presencia de las razones mercantiles como latir vital de la actividad pública y la mediatización de la política, convertida en mero apéndice de ficciones publicitarias que toman inspiraciones épicas –en una época que sin embargo pretenden disciplinada por las grandes fuerzas corporativas económicas- y se basan en idealizaciones de la vida popular –cuando estamos en un tiempo en que lo popular resiste dificultosamente la segmentación brutal de las experiencias colectivas-. Esos rasgos no los inventó la derecha. A lo sumo, sus políticos y publicistas son los que más descarnadamente, sin culpa y sin velos, los incorporan y expanden y por ello pueden recibir los mejores dividendos. Los que se mueven como peces en el agua en la sociedad del espectáculo.

La elección de junio hizo visible la debilidad en la construcción de otra escena para la política. De una escena en la que las fuerzas provengan de la militancia popular y no de las mediciones de rating, en la que los candidatos y funcionarios se elijan menos por la opinión pública y más por sus compromisos persistentes, en la que los diálogos tengan menos de representación de roles que de apertura a problemas, en la que el voto se dirima por la defensa de las condiciones reales de vida y no por la presión de los conjurados mediáticos. ¿No serían éstos menos eficaces en su monserga destituyente si estuvieran menos impagas las deudas sociales? Al gobierno lo atacan los jefes agromediáticos por sus aciertos y no por sus errores. Pero en las urnas perdió también por sus traspiés, sus titubeos, sus debilidades. En manos de un electorado que parece más tomado por el desánimo o la apatía que por el entusiasta abrazo a las consignas de derecha.

La restauración conservadora está en curso y en ella se unifican poderes corporativos –el empresariado nucleado en AEA, la airada mesa de enlace, el bloque mediático y algunos políticos-. Sin embargo no puede pavonearse de legitimidad por el resultado electoral. Porque no está mellada la capacidad gubernamental y porque en los cuartos oscuros también fueron ungidas representaciones parlamentarias que arrojan a la escena problemas necesarios de ser tratados en pos de una sociedad más equitativa y justa.

Si el proceso abierto en el 2003 estuviera cerrado, si sólo quedase la organización de una retirada ordenada, el gesto de la crítica sería intento de autoexclusión de la derrota. Una precaria salvación. Por el contrario, si hay que mencionar errores es en función de otra hipótesis: la de que hay un núcleo de valores fundamentales de este proceso que es necesario no sólo defender sino expandir en los próximos dos años. Y que se defienden y se expanden si hay capacidad de reinventar a la vez políticas de gobierno y de impulso de las autónomas voluntades militantes. Si hay capacidad de pensar como interlocutores no a las corporaciones con sus poderes de veto y sus agitadas amenazas sino a los argentinos de a pie: a esos que tienen el poder de su reunión, su fuerza y su voluntad.

Las urnas hablaron, pero su mensaje no tiene por qué ser aquel que los personeros de la destitución creen escuchar. Al contrario, muchos leyeron en ellas el llamado a un activismo renovado, capaz de procurar ámbitos de encuentro, creación de ideas en común, imaginativas defensas de lo público. En algunos lugares el nombre de Carta abierta bautizó esas experiencias que cavan el presente no sólo para atrincherarse en la prioritaria defensa de un gobierno legítimo sino también para encontrar los destellos de una política renacida. En muchas ciudades los hombres se reúnen en Defensa e Independencia. Quizás porque esa esquina siempre esté en el núcleo más íntimo de nuestras búsquedas.

No venimos aquí, al púlpito de la esquina, a presentar la cartilla para la reconstrucción de una militancia popular. Por el contrario: venimos a decir que estamos perplejos y asombrados. Que a la vez que hay indicios de la posibilidad cierta de una catástrofe conservadora hay un énfasis del gobierno en no retroceder en sus decisiones fundamentales y los hay también de una múltiple voluntad colectiva. Podríamos decir: falta la construcción. Nos privamos de hacerlo, para que quede el vacío ruidoso de aquello que no sabemos ni qué sería ni cómo se hace. Apenas intuimos, y que valga como susurro, que mucho de pasión por el presente, de donación a los entusiasmos de lo que viene y de renuncia a las rigideces del pasado, serán actitudes necesarias.

¿Estamos pidiendo más a un gobierno cuya existencia está, sin dudas, amenazada? ¿Estamos concurriendo a la conjura de las exigencias que pueden alterar la vida institucional? ¿Es tiempo de solicitar, una vez más, profundización de los cambios, o sólo se trata de apegarnos a los hechos, a un realismo de la continuidad, para evitar lo peor: la desestabilización, el ascenso brusco de las derechas, el triunfo de las más radicales presiones corporativas, el escenario hondureño? El gobierno está sitiado. Por una confluencia que quizás nadie pueda detener. En el sitio conjuga gestos defensivos, audacias inesperadas y perseverantes compromisos. Entre estos últimos, la actitud de condena frente al golpe en Honduras ante la indiferencia de muchos e incluso la crítica obtusa ante la decisión de la Presidenta de ir al lugar de los hechos para dejar claro que la recuperación democrática en ese país no sólo reclama la acción de las cancillerías o de las instancias diplomáticas internacionales. Honduras nos atañe. Habla de nosotros. Como Argentina habla de Bolivia. Y Bolivia de Venezuela. Y Venezuela de Ecuador. Destinos cruzados y necesidades mutuas en un contexto signado por la expansión de la presencia estadounidense en Colombia de un modo que remeda, amenazante, las viejas prácticas imperiales.

En cuanto a la actitud que el gobierno de Cristina Fernández debiera tener en esta situación amenazada, algunos prescriben concesiones ante grupos de presión; otros la defensa de las políticas económicas sostenidas. Si solicitamos más, es porque consideramos que esa defensa sólo puede desplegarse sobre la constitución de un horizonte político, sobre el hallazgo colectivo de un proyecto que exceda y desborde la actualidad, sobre el sueño común de reinvención de lo público. Sin esa dimensión utópica, sin esa perspectiva que reinscriba los hechos cotidianos en un relato que los excede y potencia, no hay renovación de las posibilidades gubernamentales pero tampoco de las políticas populares. La idea de cambio fue, publicitariamente, capturada por las derechas mientras el gobierno hizo campañas de reivindicación de lo hecho. Pero la política no es el cierre sobre el presente, salvo que se resigne a devenir administración de lo dado. Es desde las fuerzas que efectivamente han transformado mucho en este país y en estos años, desde las fuerzas que han puesto en discusión razones profundas de la transformación social, que se debe recuperar la invocación al cambio. El llamado a la construcción de una sociedad emancipada de sus grilletes y reparadora de sus injusticias.

Se hizo, es cierto. Defendemos lo hecho. Pero lo que pende es fundamental: la reposición de las instituciones estatales en las condiciones de producción contemporáneas, el planteo de un sistema impositivo que tenga un carácter progresivo o desplegar nuevas regulaciones al capital financiero, son algunas. Otras ya las hemos mencionado. Insistimos: no como gestores de un balance de una empresa en quiebra. Sino como trabajadores de su recuperación. La nación está en juego. Y las vísperas del bicentenario podrían ser ocasión de una apuesta imaginativa que desborde los fastos conmemorativos y los rituales previsibles. De una apuesta que incluya los temas postergados de la emancipación, como la relación entre la nación y las comunidades culturales y étnicas que la precedieron. La reivindicación de los pueblos originarios presupone una profunda invitación a poner en cuestión los fundamentos culturales que nos cobijan, no para abandonar los que nos son comunes sino para que nos sean comunes los que surjan de nuevas revisiones históricas.

La idea de que es necesario reabrir las posibilidades de la historia, no puede escindirse de la emergencia renovada de organizaciones populares. ¿A quién le habla el gobierno cuando habla?, es una pregunta que si notoriamente está vinculada con los estilos comunicacionales dice también sobre cuestiones estratégicas. Porque a la escena de las presiones de las corporaciones patronales sólo se la combate con una escena de escucha y conversación con los partidos políticos populares y con los movimientos sociales. Y a la escena de los titiriteros mediáticos se la confronta no sólo con medios públicos -que son necesarios-, no sólo con la democratización que supone una ley de servicios audiovisuales -que es urgente e imprescindible-, sino también con una escena política autonomizada de la lógica mediática. Incluso, la que ocurra en los esfuerzos últimos que realicemos para que nuestra propia conciencia vuelva a albergar la noción básica de autonomía crítica, ética de convicción y templadas responsabilidades para reconstruir un sentido de verdad ante las derechas que en el vaciadero de los conceptos, se revisten con los viejos temas de las izquierdas. No es que las ideologías hayan desaparecido, sino que se las modula como una más de las mercancías que se le ofrecen al consumidor.

Alguna vez dijimos que a las acciones de este gobierno, incluso a algunas de las más relevantes, les faltaba lo previo: una cierta elaboración en la cual se inscribieran con la fuerza necesaria, pero también su enhebramiento con un entramado de voluntades y activismo, capaz de proponer temas, de situar problemas, de hacer y defender políticas. No se trata sólo del horizonte político futuro. Incluso la institucionalidad gubernamental requiere, para sustentarse sin graves cesiones a los poderes corporativos -que encuentran hoy en el empresariado más concentrado un programa completo de transformación de la economía argentina- , de una revitalización de las organizaciones populares.

Eso que falta es necesario para preservar los aspectos más profundos y relevantes de estos años. Para preservar y expandir la política de derechos humanos; la integración regional; los derechos laborales; decisiones soberanas respecto de los organismos financieros internacionales; instituciones de defensa alejadas de las doctrinas de la represión; la inversión de recursos en ciencia y técnica. Preservar y expandir es, también, ir más allá de una concepción economicista que sitúa al crecimiento como estrategia rectora última. La crisis mundial dejó interrumpido ese camino de expansión de la inversión, empleo y mercado interno. La idea de distribución de la riqueza vino asociada no sólo a un retintineo promisorio sino a la efectiva reactivación de la economía. La crisis afecta ese despliegue, que quizás tenía núcleos internos que lo volvían ciego ante ciertas situaciones de exclusión y desigualdad social.

El debate sobre las asignaciones familiares a trabajadores informales o a desocupados, la idea de ingreso universal de ciudadanía, los planes diferenciados para atender situaciones de pobreza, fue postergado en función de una perspectiva economicista. La ausencia de políticas reparatorias que atenuaran las desigualdades dentro del interior del mundo laboral, aligeró como palabras al viento aquellas que nombraban las efectivas medidas de justicia existentes. ¿No tuvieron relación los resultados electorales con esa ausencia? Porque no hay metáfora más errónea que la de traición, que supone a los votantes como seres arrastrados a una decisión cuyo sentido ignoran. Hay, en todo caso, un disgusto, una necesidad, una crítica, que benefició, especialmente, a los dirigentes surgidos de las falanges restauradoras y los gabinetes fantochescos que inventan políticos por encargo. Lamentamos esa decisión emanada de las urnas. Pero no serán las explicaciones consoladoras las que permitan revertirla.

La reversión es posible, pero requiere un modo novedoso de tratar lo público. De volver a considerar lo público. Está en juego eso en la política nacional pero también en la ciudad de Buenos Aires, en esta ciudad con sus plazas en las que se leen estas cartas, con sus edificios sanitarios amenazados por operaciones inmobiliarias, con sus parapoliciales que desalojan espacios comunitarios, con sus jefes de policía que surgen de las más tenebrosas historias de encubrimientos y exacciones. Medidas que pretenden hacer campo raso de lo heterogéneo y de la ciudad laboratorio de la nueva derecha. Nuestra calle, aquí, es Resistencia.

El jefe de gobierno de esta ciudad es un empresario. Como tal parece menos enjuiciable que los hombres de la política. Ante el banquillo del juicio que la sociedad mediática encara, se lo presume inocente. Quizás no del todo, pero sí más que aquellos que hablan más de política que de negocios. Por eso, puede reírse de las combinaciones entre tintorerías y prostíbulos en los barrios pobres de la ciudad. Ha ordenado desalojar huertas y expulsar hombres y mujeres sin techo. Ha burlado a los docentes y a los trabajadores de la salud. Ha imaginado desalojar los antiguos neurosiquiátricos, menos por un libertarismo antimanicomial que por la valorización de los terrenos. Ha nombrado un jefe de policía en cuyo nombre se anuncia la acentuación de estrategias represivas y de funcionamientos corruptos. Perdiendo votos, sin embargo ha ganado las elecciones. Quizás porque en figuras así se condensan las fuerzas anímicas del miedo, la sospecha y la indignación.

No es un problema de los porteños. En Nueva York le pagan a los desocupados un pasaje de ida para privar de su miseria a la ciudad. Pero esta es nuestra ciudad: en ella debemos disputar cada esquina, cada barrio, cada discurso y cada idea. Contra esa articulación reaccionaria, es necesario situar una agenda de recuperación de lo público: del espacio, de las conversaciones, de las políticas, de las instituciones, de los recursos naturales, de las facultades humanas. El mercado, sabemos, es capaz de apropiarse y gestionar todo eso, bajo la lógica de la ganancia y el rendimiento comercial. Y hay políticas estatales que se subordinan a la obediencia de esa lógica. Incluso, algunas políticas nacionales, como la que regula la minería, en la que prima la explotación inmediata antes que el resguardo de los derechos comunitarios. Recuperar lo público es poner en cuestión esos criterios, situarlos en el marco de una discusión que no debe aceptar para sí los límites de lo ya dado, sino que debe constituir el horizonte utópico y realizable de lo porvenir.

Hay mucho que preservar y hay mucho por hacer. Aunque minado por la sospecha y la indignación existe un terreno en el que eso se dirime: la política. Las diversas tradiciones ideológicas que han puesto el acento en lo popular y sus potencias tienen ante sí un desafío mayúsculo: el de considerar su confluencia sin exclusiones, su situación sin mezquindades y el futuro con inédita imaginación.

Aquí en esta esquina somos una suerte de conjurados. En defensa de un conjunto de políticas desplegadas desde el 2003 y del derecho del gobierno a perseverar en ese camino y con la independencia de criterio que nos dan nuestras propias experiencias, valores, ideas. Nuestro llamado al coraje colectivo contra el operativo derrumbe no resuena en el eco de los espacios vacíos. Al contrario, rebota en los cuerpos, se ahínca en los sueños, se intercambia en la reflexión común. Por eso creemos que no se puede hablar de derrota ni de victoria ni nos está dado el tono de la certeza. Sí saber que lo que sucede nos atañe. Y por eso no nos escandaliza.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Tegnología

Esto me llegó por mail; desconozco su autor/a, pero está buenísimo.


MENSAJES PARA EDUCACIÓN:

¡ATENCIÓN DOCENTES!



Ministra de Educación del Chaco

María Inés Pilatti Vergara.-



...ANTE EL GAMBIO GLIMATIKO, LA MINISTRRA DE EDUGASION PROPONE GAMBIAR TANVIEN LOS GLASIGOS UNIFORMES ESGOLARES POR VESTIMENTAS MAS AGORDES A LA GALOR DE ESTOS DIAZ... LOS GOLEGAS GUBRIRAN LO MENOZ POZIVLE SUS GARNOSIDADES, LAS GOLEGAS TENDRAN VARIAS GOMBINASIONES EN GORPIÑO Y GALSON... ETC.ETC...

martes, 11 de agosto de 2009

Jornada sobre infraestructura y desigualdad educativa


Anoche estuvimos invitados, y fuimos, a la Legislatura de la Ciudad.

Un solo legislador se presentó, Hourest de la CTA, ningún PROtista.

Fuimos varias agrupaciones sociales y se planteó la realidad de la infraestructura escolar en la ciudad hoy en día.


Hoy la CADRAC se reunió con representantes del gobierno y conclusión: NADA

No hay plata, no está previsto, no nada.

Gente, pongámonos las pilas porque Mauri avanza cada vez más y peor.

La Educación Pública no puede esperar más.


viernes, 7 de agosto de 2009

Macri sigue sumando ¿O restando?


Me llamó mi mujer desde la escuela (es Docente en dos escuelas de la Ciudad), para comentarme que el gobierno le había mandado una hermosa impresora multifunción último modelo. La escuela no tiene gas desde hace más de un año.

Hace unos días se volvió a caer parte del techo del Mariano Acosta, a la vez que el gobierno entregaba pizarras informáticas que se conectan a una PC.

Hay escuelas sin agua y algunas que la tienen, pero sin personal de limpieza.

Yo creo que es fantástico que se dote a las escuelas de lo último en tecnología informática (perdón: en ninguna de las escuelas tiene internet), pero me parece que hay determinadas prioridades, según mi opinión y sé que la mayoría de los compañeros docentes, padres y cooperadores coinciden.

Está muy linda la pizarra, muy linda la multifunción, pero si no tenemos gas, no tenemos agua, se caen los techos, falta personal de limpieza, faltan Docentes, hay inglés en todas las escuelas pero no profesores.

¿De qué estamos hablando? ¿Qué es lo que esta fallando?

Si tenemos un presupuesto fijado para educación pero se subejecuta para mandar la plata a otras áreas me parece que estamos rumbeando mal; sobre todo si tenemos en cuenta que a los colegios privados les llega puntualmente y con aumento.

¿Tenemos que olvidarnos de la Educación Pública?

Muy lindas las veredas que duran dos meses.

Entiendo que cuando el gobierno pone plata en educación, salud u otras áreas sociales no gasta, invierte, y creo que ese es el problema de este desgobierno; quiere manejar la Ciudad como empresa y no es así. Una sociedad no es una empresa; es una entidad integrada por una inmensidad de personalidades y necesidades, y si se quiere, funciona más o menos como una cooperativa; yo, como socio, aporto mis impuestos y el gobierno los administra; ahora, si no me consulta como administrarlos, y deriva los fondos para negociados con sus amigos empresarios y compañeros de golf, directivos de tabacaleras, por ejemplo, estamos en el horno ¿Será que el turco hizo escuela?.

Volviendo al punto, no nos sirve de nada la informatización de las escuelas cuando no hay gas, agua, se vienen abajo por la falta de mantenimiento y sobre todo ¡¡¡Si faltan Docentes!!!

Si no creamos un ámbito sano y seguro desde lo edilicio y tranquilo desde lo educativo no vamos a llegar a ninguna parte por más de que se cumplan los benditos 180 días de clase.

Eso si, los aportes jubilatorios se descuentan de los sueldos pero no se depositan ¿Dónde está esa plata?.

La negra me hizo acordar de la charla entre Chunchuna Villafañe y Norma Aleandro en “La historia oficial”, cuando la primera le dice: “me acuerdo que cuando nos casamos no teníamos ni mesa, dormíamos en el piso y vos nos regalaste unos hermosos saleritos de plata”.

Mauri, Nabo, por favor, pónganse las pilas; la sociedad existe y no es anónima.

jueves, 6 de agosto de 2009

Censura

Parece que los muchachos de Ernestina se están poniendo nerviosos.
Hace un tiempo, yo decía que el problema (para ellos) es que estamos haciendo mucho ruido y llegando a mucha gente mostrando la realidad que nosotros vemos, que obviamente, no es la que ellos muestran, y que no somos un coro monocorde; cada uno tiene su visión de las cosas y así las plantea, pero, insisto, ni ahí la visión de clarinete.
Mi solidaridad con los compañeros.



miércoles, 5 de agosto de 2009

GACETILLA DE PRENSA

Delegados de las Cooperadoras de la Ciudad de Buenos Aires


Educación porteña: Ajuste presupuestario, sobreprecios y obras demoradas

La Comisión Asesora de Delegados Representantes de las Asociaciones Cooperadoras (CADRAC) envió una carta documento al Ministro de Educación Mariano Narodowski, consignando las falencias en la administración de los recursos del sector a su cargo y solicitándole una reunión en forma urgente.

Hace un año y medio, en marzo de 2008, a través de un sólido escrito, los representantes de los padres de alumnos de las escuelas públicas porteñas señalaron los errores en las políticas educativas del Gobierno de Macri.

Y en julio de 2008, luego de una tarea conjunta lograron que la Legislatura restaurara el subsidio de Mantenimiento Edilicio. Hoy, los Delegados de las Asociaciones Cooperadoras vuelven a la carga.

Esta vez hacen hincapié en la falta de depósito de los recursos que el Gobierno debe girar a cada escuela de la Ciudad , señalan el ajuste presupuestario, los sobreprecios, demoras en el inicio de las obras y paralización de las obras iniciadas.

El año pasado, los Delegados Cooperadores marcaron el fracaso en la realización de obras y denunciaron el colapso, la ineficiencia y la inoperatividad para atender las necesidades de infraestructura en las escuelas. Hoy reconocen que la situación ha cambiado: todo está peor.

Finalmente, los representantes de los padres de las Escuelas Públicas de la Ciudad hacen responsable al ministro Narodowski por posibles accidentes que sufran los alumnos, los trabajadores de la Educación y/o terceros ante el deterioro edilicio y también por el perjuicio educacional ante la suspensión de clases en aquellos establecimientos donde no pueda garantizarse la seguridad y mínimas condiciones de confortabilidad.

martes, 4 de agosto de 2009

¿Para qué usarán la Policía Metropolitana?

Lo que sigue lo mandó una amiga por mail; de ser así, o preparamos hielo para calmar los golpes cuando manifestemos, o nos mudamos a Tilcara.


Las recientes noticias periodísticas acerca del destino que se le asignará a los primeros 800 efectivos de la Policía Metropolitana demuestran una vez más que el rol que pretende darle el Jefe de Gobierno Porteño es reprimir a los pobres y a quienes realicen reclamos.

La División de Operaciones Especiales Metropolitanas (DOEM), un pretendido grupo de élite, se confirmará por 80 personas, el 10 por ciento de los efectivos totales de la fuerza (un porcentaje fuera de toda proporción razonable), para intervenir en tomas de rehenes, reducción de personas con problemas de demencia y otras hipótesis de conflicto. Este grupo, al estilo SWAT, estará conformado (según trascendidos) por personal proveniente del GEOF (de la PFA), del Grupo Halcón (Policía Bonaerense) y antiguos integrantes de los grupos especiales de la Prefectura Naval Argentina (Albatros, recordados por su participación en una de las rebeliones carapintadas), la Gendarmería Nacional (Alacranes) e incluso comandos de las Fuerzas Armadas (por ejemplo, de la Infantería de Marina), armados con fusiles automáticos de tipo militar. Probablemente, la terminen usando para allanamientos en villas de emergencia (como el GEOF de la PFA) o desalojos de familias pobres (como el GE-1, el otro grupo especial de la PFA)

A esos ochenta comandos se sumarán otros 300 efectivos de Orden Urbano, destinados a intervenir en desalojos o manifestaciones, al estilo del Cuerpo Guardia de Infantería (CGI) y el Cuerpo Policía Montada (CPM) de la PFA (dos Departamentos que precisamente forman parte de la Dirección General de Orden Urbano y Federal). Es probable que allí se incorpore a los integrantes de la DOUCAD (división que forma parte del CPM de la PFA), de triste memoria en la represión frente a la Legislatura porteña en julio del año 2004. Sin ninguna duda, los efectivos de Orden Urbano se usarán para reprimir manifestantes, desalojar personas con problemas de vivienda (como ha reconocido públicamente por el ministro Montenegro) y otras tareas totalmente ajenas a los delitos contra las personas (homicidios, violaciones, secuestros y robos con armas), que los medios y la derecha habitualmente invocan en sus campañas de ley y orden.

Otros 150 policías, que no usarán uniformes, se dedicarían a investigaciones (al estilo de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA). Por la información periodística, estarían más cerca del modelo policial del trabajo? con informantes (¿buches? frecuentemente vinculados a acciones delictivas) que al policía científico, con conocimiento y aplicación prolija de las ciencias criminalísticas, necesario para esclarecer seriamente la mayoría de los hechos delicitivos.

Un número no determinado (pero que no superaría los 210, según surge de la resta de los otros destinos) formará parte de la Brigada de Intervenciones Rápidas (BIR), que recorrerá la ciudad para intervenir en hurtos y colaborar con la PFA, además de patrullar los puntos más críticos, según un mapa del delito que ya se está elaborando. Esta fuerza de intervención rápida es otra reedición de tradiciones de la PFA. Su última versión fueron las Unidades Móviles de Contención, creadas en el año 2001. Eran diecisiete patrulleros Peugeot 206 que también estaban supuestamente destinados a actuar contra los delitos comunes pero fueron reiteradamente empleados en represiones políticas, como la represión de la marcha contra el ALCA (abril de ese año) y los operativos del 19 y 20 de diciembre.

Apenas 60 policías se destinarán al Cuerpo de Tránsito,demostrando que la vida humana es una de las últimas prioridades de este Jefe de Gobierno, ya que los accidentes de tránsito están entre las principales causas de muerte y lesiones graves en nuestra ciudad (la continuidad de la guardia urbana heredada del Ibarrismo poco cambia en este sentido).

La conclusión es ineludible. La Policía Metropolitana, desde el jefe elegido hasta su organización interna, es una reproducción de los peores aspectos represivos de su pariente más antigua, la Policía Federal Argentina, centrada hasta un punto inimaginable en la represión de la oposición social o política y, especialmente, de los pobres que tengan la desgracia de habitar (o transitar) la ciudad gobernada por el ingeniero. Ninguna organización policial tiene un 10% de sus integrantes dedicados a fuerzas especiales, ni destina la mitad de sus integrantes a la represión de manifestaciones o al desalojo de personas sin hogar.

No podemos dejar de señalar que la Ley de Seguridad Pública de la C.A.B.A. Nº 2894, del mismo modo que permite ingresar a la fuerza a toda aquella persona que no ha sido condenada por incurrir en actos de fuerza contra el orden institucional y el sistema democrático ni registre condena por violación a los derechos humanos (artículo 47), le otorga al Jefe de Gobierno la facultad de designar al Jefe y Subjefe de la Policía Metropolitana (artículo 34) y le da además la facultad de establecer (a través del Ministro de Justicia y Seguridad) el ámbito de actuación territorial y esfera de actuación funcional de sus unidades operacionales, así como su composición, dimensión y despliegue (artículo 37). Esto significa que quienes aprobaron esa ley le dieron al Jefe de Gobierno un cheque en blanco para configurar una policía a su gusto y placer (por lo que la orientación general del organigrama de la fuerza no puede sorprender a nadie, aunque su unilateralidad resulte inédita).

Por supuesto, los porteños que hayan apoyado la creación de esta policía creyendo que sería utilizada para enfrentar delitos graves se equivocaron. Los homicidios, violaciones, secuestros o robos con armas no se previenen ni solucionan con grupos comandos, ni con tropas destinadas a imponer con sus bastones (ahora les dicen tonfas) el orden público deseado por sus patrocinadores.

Si hoy, la existencia de una patota dependiente del gobierno porteño, formada por apenas una treintena de integrantes y sin autorización de portar armas, la Unidad de Control del Espacio Público (UCEP), ha derivado en la represión de personas en situación de calle y en lesiones sufridas por personas que resistieron injustos desalojos, no es necesaria mucha imaginación para comprender en qué desastre se puede convertir esta ciudad con 800 ejecutores armados de la política macrista.

Para impedirlo, es necesario que las organizaciones del campo popular salgamos rápidamente a generar conciencia pública contra este grave riesgo.


LIGA ARGENTINA POR LOS DERECHOS DEL HOMBRE

domingo, 2 de agosto de 2009

El estado es un predador insaciable


Lo dijo el insigne patrón de la Sociedad Rural de hoy en día. Biolcati habló hasta por los codos. Como le comentaba a Sabrina en el blog http://latinoamericanoargentina.blogspot.com/, creo que no opacaron nuestras consignas, creo que sencillamente se las afanaron con la complicidad de los grandes medios, que no se cansan de repetir “el pueblo unido” cuando lo cantan los tefloneros y sociedadruleros. Mencionan a “las bases” y al “pueblo” como si tuvieran las primeras y pertenecieran al segundo.

Se desgañitan hablando de eliminar la pobreza y aducen tener un plan económico alternativo para eliminarla. ¿Cogobierno?

Me pregunto humildemente: ¿Desde cuándo le preocupa a la SRA y al resto de la dirigencia patronal agropecuaria la pobreza? Desde Roca para acá, se ocuparon más de los Martínez de Hoz, de la matanza de pueblos originarios que les molestaban, sin olvidar a Sarmiento y su conocida opinión de los “gauchos”, que del pueblo.

Ellos, “el campo” siendo “la Patria” ¿Se arrogan la posesión de ser la “reserva moral” como lo fueron durante tantos años los militares golpistas fogoneados justamente por ellos? Bueno, convengamos que gran diferencia no hay entre unos y otros.

El presidente de la SRA, tuvo un hermoso fallido al decir que “Belgrano y San Martín murieron en la pobreza, que le dieron a la Patria todo y que no le pidieron nada” o algo por el estilo; a esta altura me digo: o soy idiota o estos tipos hacen justamente todo lo contrario.

Si me quieren sacar unos mangos de la fabulosa renta que me da el campo corto rutas, desabastezco, que un tipo se muera por no poder pasar una ambulancia es un “daño colateral”, agredo a legisladores e intendentes, sus familias, los amenazo con que no van a poder volver a sus provincias y me sincero: “hay que desgastar al gobierno”, (y esto lo digo yo) sin importar las consecuencias.

Pero eso si, son los que van a “garantizar la transición”.

Si es así, me parece, estamos en el horno, sobre todo cuando los visitantes a la exposición son Macri, De Narváez, Rodríguez Saa y algún otro perejil.

Mejor la corto acá, porque esto da para escribir mucho más.

jueves, 30 de julio de 2009

Macri cada vez mas popular

Esto es para que vean que no sólo NaBodowsky opera en ese sentido; obviamente del "Fino" ni hablar, pero esa es otra historia


EL MINISTRO DE CULTURA DE LA CIUDAD HERNAN LOMBARDI PRIVATIZA EL CENTRO CULTURAL DE
SAN TELMO



Mediante la resolución 1803/09 el Ministro de Cultura del Gobierno de la Ciudad, Hernán Lombardi, transfiere de la Dirección General de Promoción Cultural, a su órbita más cercana, la Subsecretaría de Cultura, el Centro Cultural Plaza Defensa, para entregarlo a una asociación civil de dudoso origen, lo que conforma a las claras una privatización, con la excusa de desarrollar un nuevo programa cultural, dejando a merced a los trabajadores y rompiendo el compromiso con los artistas programados hasta fin de año, tirando por la borda un trabajo ininterrumpido de 10 años de acción cultural, plural, popular y social de excelencia artística, mencionado por medios nacionales e internacionales.

Más de 1.500 artistas de múltiples disciplinas han pasado en estos años, más de 5.000 visitantes mensuales (60.000 anuales), han recorrido el espacio y sus actividades, todas con entrada libre y gratuita.

El reconocimiento tácito y expreso de asociaciones vecinales, entidades culturales, comerciales, políticas, sociales y religiosas, han hecho del C. C. Plaza Defensa un lugar insoslayable de la cultura local.

El sello que identifica al Centro Cultural, el Tangodromo, nació acá, en el corazón del casco histórico, ahora instalado en todos los centros culturales expandiendo la actividad tanguera a vecinos y visitantes de todas las latitudes.

El teatro, la música, la danza, el cine, las artes plásticas, las letras y las relaciones sociales – barriales, junto a los trabajadores, en una situación laboral muy precaria, conforman el patrimonio más preciado del Centro Cultural Plaza Defensa.

Esta medida genera una zozobra injustificada en los trabajadores, artistas y vecinos lo que da lugar a diversas interpretaciones o sospechas sobre el destino final de tan preciado inmueble.



CONVOCAMOS A DEFENDER ESTE ESPACIO EMBLEMÁTICO, PARTE DEL PATRIMONIO PÚBLICO, PARA EVITAR QUE MEDIANTE UNA MANIOBRA DEL MINISTRO LOMBARDI,
SE SIGAN PRIVATIZANDO ESPACIOS DE CULTURA



CONTACTO y ADHESIONES:
defendemosplazadefensa@yahoo.com.ar

lunes, 27 de julio de 2009

Declaración de Carta Abierta sobre Honduras

EN APOYO DEL PUEBLO Y EL GOBIERNO CONSTITUCIONAL DE MANUEL ZELAYA EN HONDURAS.

El repudiable golpe cívico militar en Honduras, perpetrado contra el digno pueblo catracho y el gobierno constitucional del Presidente Manuel Zelaya, es también un golpe a las condiciones de institucionalización democrática y popular que hoy predominan en América Latina.

Sus ejecutores y sus mandantes son parte de la vieja tradición golpista y autoritaria que asolara al continente en décadas pasadas. Ahí están los que mantienen una estrecha relación y dependencia con los halcones norteamericanos, las grandes fortunas familiares, los medios de comunicación alquilados por los poderosos, los narcotraficantes, la cúpula eclesiástica que los bendice y todos aquellos que, con su silencio cómplice, alientan un regreso de la nación hondureña al redil de los dominados. Se trata de la faz más terrible y salvaje de la derecha continental, aquella que ya intentara golpear a los gobiernos de Hugo Chávez y de Evo Morales y que, de modos más encubiertos, insiste en desgastar a las experiencias democráticas y populares en distintos países instalando, con gradaciones diversas, una misma situación destituyente. En el mismo sentido, se inscribe el retaceo, la parcialización, la minimización y la tendenciosidad de la información distribuida por los grandes medios internacionales y nacionales que impide a las grandes mayorías enterarse de lo que realmente le está ocurriendo al hermano pueblo hondureño.

Saludamos la inmediata y directa participación de varios mandatarios de la región, entre quienes se encuentra la Presidenta de los argentinos, así como el papel que ellos cumplieran en la resolución adoptada por la OEA y ahora en la reunión del Mercosur. Pero la barbarie de los golpistas hondureños, que ya ha cobrado vidas y decenas de heridos entre el pueblo pacífico y desarmado, ha impedido el retorno efectivo del Presidente Zelaya a su país. También impiden dicho retorno las recientes amonestaciones explicitadas por la diplomacia norteamericana que, en definitiva, continúa legitimando la existencia de “dos partes” en conflicto.

Por ello, debe haber un claro e inequívoco pronunciamiento de todos los bloques parlamentarios, los partidos políticos, las centrales sindicales, los movimientos sociales, las agrupaciones estudiantiles, los dignatarios de todos los credos y aun los representantes de las organizaciones patronales. Nadie en la Argentina debería permanecer al margen de la solidaridad activa con el pueblo y el gobierno constitucional de Honduras, so pena de apañar la barbarie con una actitud equívoca y especuladora. De hecho, quienes en esta hora dramática de las democracias del continente optan por el silencio o la crítica oblicua, asumen una muy concreta responsabilidad en contra de los intereses reales de la inmensa mayoría de los argentinos.-

lunes, 20 de julio de 2009

Estos tipos me marean !!!!!


Como buen ciudadano que soy, quiero seguir las indicaciones que me da el gobierno de la ciudad para cuidarme de la gripe chancha, pero hay cosas que me cuestan, por ejemplo:
¿Cómo corno me tapo la nariz y la boca con el codo? No puedo más de la contractura por intentarlo. Me sale más fácil con la rodilla o el talón.

Y otra:
¿Y si el médico no me deja permanecer en su domicilio? Socorro Mauriiiii, decime que hago!!!
Marche un publicista para LEMúridUS.


Haciendo mierda Buenos Aires


Hay que reconocer que es un tipo coherente. Está claramente demostrado que a Macri le importan absolutamente cero la educación, la salud, los habitantes de las villas y los sin techo (es más, le molestan), los artesanos, los cartoneros y los que manifestamos (en contra, porque si cacerolean los tefloneros eso no molesta). O sea, cero política social de inclusión.


Ni hablemos de las Comunas (¿Será porque suena a comunismo?)


Eso si, el negocio inmobiliario marcha viento en popa, la compra de pizarras interactivas también, los juguetes Lego porsupu, las baldosas que duran un par de meses ni hablar, los televisores y videos ¡¡a las escuelas que ya tienen!! siguen sumando, mientras que algunas no tienen gas, otras agua y otras se llueven, y paró todas las obras de infraestructura escolar.


Algunos saben que fui (soy) Guardaparque, aunque en este momento no ejerza como tal; me dediqué sobre todo a la ornitología. Era un placer ir a ver las aves a la Reserva Ecológica, mientras uno caminaba en un ambiente sereno y después se sentaba a ver un atardecer tranquilamente.


Pero parece que se terminó. Habilitar un helipuerto (negocio) al lado de la Reserva es una barbaridad atroz; parece revancha. Hace unos años quiso hacerse de esos terrenos que valen fortunas, inmobiliariamente hablando, sin mencionar el valor que tienen desde el punto de la conservación de la naturaleza y no pudo. La casualidad nos lleva a que el que va a hacer el negocio de los helicópteros para transportar ejecutivos y empresarios, es justamente un amigo suyo, como muchas de las empresas que “ganan” los trabajos en la ciudad.


¿Así quiere ser presidente? Visiten ahora los Parques Nacionales, porque seguro que los vende o pavimenta.

sábado, 18 de julio de 2009

El ciudadano versión Macri


Siempre me enseñaron que las acciones privadas, según la Constitución Nacional (art. 19), son justamente privadas.


Parece que MAlCRIado, más allá de no saber que el 9 de julio no se celebra el día de la bandera y otras por el estilo, no se enteró.


No le bastó con armar la patota de la UCEP para limpiar la ciudad de pobres y los sin techo que afean la reina del plata (¿Se acuerdan de Bussi en Tucumán cuando cargó a todos los “linyeras” en camiones y los sacó de la provincia?) y nombrar a un nefasto tipo de la dictadura como jefe de la policía porteña. No. Ahora también intenta meterse en la vida privada de TODOS. ¿Se está armando la SIDE porteña?


Creo que sería redundante marcar todas las cagadas que se vive mandando en todos los ámbitos, sobre todo y principalmente en lo que respecta a lo que signifique “social”, palabra que obviamente le molesta aunque no tenga un cabal conocimiento de lo que significa. Los empresarios son así: negocios son negocios, y la ciudad va a quedar re monona ¿Viste? ¿Para qué vamos a arreglar escuelas y proveer de insumos a los hospitales si quedan más lindas las baldosas nuevas?


Bueno, pero quiero volver al punto. ¿Estamos en la Rusia estalinista, en la Italia fascista, en la yanquilandia macartista, en la Alemania hitlerista?


Es impresionante la persecución que hace a los Docentes, a los trabajadores de la sanidad, y a todo el que quiera expresarse libremente. Si no me equivoco también es un derecho marcado por la Constitución. A esta altura del partido, no se si voy a tener que pedir permiso para escribir estas líneas. Claro, qué idiota, no me di cuenta que para él, Constitución es solamente un lugar lleno de “negros” que vienen a molestar a los blancos habitantes de la ciudad, usarles los hospitales y a cartonear.


Alguien tiene que parar la avanzada facho-racista de este tipo, sino estamos en el horno; no se puede dejar que impunemente avance contra las libertades individuales y colectivas de expresarse y tener privacidad.


Y por si le interesa: fumo, tomo cerveza, no consumo drogas, miro canal 7 y canal Encuentro, con la cena me gusta un tinto, desayuno con mate, me gustan los bizcochitos de grasa, y de mi vida sexual no le voy a contar nada. O sea, me considero mucho más sano que él.


Volvé Orson con tu Ciudadano Kane, te perdonamos.