
No es cierto que te hayas ido, no es cierto que nos hayas dejado; me basta con ir hasta la biblioteca y agarrar por no sé que número de vez este libro. Cuantas veces sacamos letra de acá o de cualquiera de tus libros para putear a los dictadores y los asesinos, para endulzarle el oido a una mina, para crecer con tu letra.
Estás acá entre nosotros, no te fuiste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario