lunes, 21 de julio de 2008

Cleto y la dignidad

¿Tú también, Cleto, hijo mío?











Vivimos en un país increíble, dónde todo puede pasar, incluso hasta lo imposible. ¿Se imaginan a Marx (Carlos, no Groucho) abrazado a Mussolini, Franco o Hitler? Creo que inconcebible, pero salvando las distancias, pasó; estos días vimos como los ¿maoístas? se abrazaban radiantes con los herederos de Joe, y el homínido Llambías cantaba la marcha peronista abrazado a Barrionuevo. Si, no fue un mal sueño, realmente pasó. Que el homínido y el heredero de Joe festejaran no es de extrañar, después de todo, lograron quebrar el intento de un gobierno democráticamente elegido de mermarles los fueros que, históricamente, les corresponden por prosapia (inédito en la historia del país), o mejor dicho, los fueros que creen tener, o lo peor, los que siempre tuvieron.

Pero de ahí a ver al ¿maoísta? celebrar rabiosamente el triunfo del “campo” revuelve las tripas. ¿Es eso lo que quedó del Grito de Alcorta?, si es así, obviamente yo no entiendo un carajo; tengo una visión desenfocada de la historia y de la realidad actual; entonces no me corresponde opinar, porque para mí, esto es lisa y llanamente traición. Si, señoras y señores, pasen y vean. El que “peleaba” por los pequeños y medianos productores, consiguió que, justamente éstos, paguen igual que los monstruos. Y ahora no sabe debajo de que cama esconderse. ¿Feliz por haber logrado que perdieran todo lo que habían conseguido con la 125 modificada como salió de diputados? Entonces, si esto no es traición ¿Qué es traición?

Por eso, Cleto, hijo mío, un día todo esto fue tuyo…





La historia no es jueza de nadie; es el pueblo el que juzga en esta vida, y Dios en la otra. Desconozco sinceramente cómo juzgó Dios a Judas. Pero no me cabe duda de que la gente pensante, bien informada, ya te juzgó. Que Dios te ayude, porque acá nadie va a hacerlo; ni tus correligionarios (que no pueden ni verte), ni los iluminados de la oposición, y mucho menos los ignotos ciudadanos como yo, que sé que hay muchos, que todavía creemos en la dignidad.

P.D.: Si necesitás un diccionario para conocer el significado de la palabra DIGNIDAD, te lo presto.

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