¿Estamos todos locos?

Entiendo que la oposición (aunque creo que a esta altura ya es la zposición, casi se escapa del alfabeto) critique las medidas de gobierno, es lógico, pero cuando se plantan sentenciando autoritariamente que “se tiene que ir fulano, mengano o zutano”, me parece que están moviendo piezas de ajedrez en un tablero de backgammon, desubicados como chupete ahí donde ustedes saben.

¿En que cabeza cabe la mínima posibilidad de arrogarse la autoridad de intentar imponerle al gobierno funcionarios, o maneras de gobernar?

Personalmente apoyo al gobierno, pero sin dejar de criticarle la cantidad de macanas, por no decir otra cosa, que se manda. No es momento de hablar de tren bala, por ejemplo, existiendo todavía tanto hambre, tanta pobreza, tanto jubilado que a gatas llega a comprarse los medicamentos que necesita, esperando a ver quien lo invita a comer, porque con lo que cobra no le alcanza para todo.

Pero esto ya me parece felinesco. Que el oráculo ex UCR, ex ARI, ex independiente y actual CC Lilita salga a decir cuál es la manera en que tiene que gobernar la Sra. Presidenta, me parece realmente un rasgo de esquizofrenia digna de análisis (¡¡¡Freud, volvé por favor!!!).

Que alguien como Morales, integrante de las huestes del regreso de los muertos vivos, indique quién tiene que irse del gobierno, otra (¡¡¡Lacan, Freud está ocupado, vení vos por favor!!!)

Y el resto, bueno, justamente como decía Mario Benedetti, el resto es selva; prueba irrefutable es una triste Vilma Ripoll apoyando la “pueblada campesina” de la Sociedad rural.

Si no estoy muy equivocado (a veces no sé dónde vivo), creo que tenemos algo llamado elecciones, algo llamado voto, lo que nos permite elegir la opción de gobierno que nos parezca más acertada. Dentro de la ley todo, fuera de la ley nada, decía Perón ( y no soy peronista).

Para terminar – porque ya me puse bastante denso – por favor…. ¡¡¡no jodamos más!!! Que las urnas decidan, y los que sangran por la herida por lo paupérrimo de su caudal electoral, que presenten proyectos alternativos (para eso está el Congreso), y se banquen hasta las próximas elecciones.

Creo que así no se hace oposición, realzados solamente por los monopolios que manejan la información, no por los votos.

Disculpen si me excedí, pero, la verdad es que me calenté, y me calenté mal, como diría el querido y extrañado Castelo.